Campaña #NiUnaMenos. De Twitter a la calle

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*Nota publicada en Revista NAN, el 2 de junio de 2015

Desde hace un par de semanas se viralizó en las redes sociales y medios de comunicación una consigna acompañada de una cita. Mañana a las 17 en gran parte del país se van a tomar las calles y plazas para manifestar que ya no queremos más mujeres asesinadas, víctimas de femicidio. La adhesión es masiva: artistas, dibujantes, polític@s, el mundillo farandulero y mucha gente más sin fama ni reconocimiento masivo se sigue sumando a la campaña. ¿Pero está claro para qué salimos a las calles y qué queremos decir con #NiUnaMenos? ¿O much@s se suman a una moda sin sentido por el solo hecho de “figurar” y no quedarse afuera de la ola mediática que suma RT? Sigue leyendo

¿Un nuevo periodismo?

Sin títuloObservar la realidad con mirada de género debería ser un ejercicio diario, profesional y, sobre todo, personal. Los primeros cuestionamientos y replanteos de lenguaje, pensamiento y acción no sexista recaen sobre nuestra propia vida. Y es en ese sinuoso camino – siempre en construcción y aprendizaje – que la mirada sobre las realidades que nos rodean se vuelve más amplia y compleja.

Lxs comunicadorxs que nos gusta tomar la palabra y repartirla por todos los lugares posibles como profesión, militancia y/o pasión sabemos que mirar con enfoque de género es abrir la mente y quitarle el velo a los escenarios ocultos, a las relaciones humanas y de poder que son productos históricos patriarcales y culturalmente arraigados.

Quien aprende a leer la historia, las relaciones de poder entre géneros, su importancia en la constitución de cada persona, su forma de pensar, creer y actuar en este mundo, sabe que comunicar desde ese lugar se vuelve necesario e indispensable para construir otro discurso mediático, otra sociedad, otro pensamiento social.

Desde allí, la transversalidad, en todas las categorías y órdenes sociales debe ser el lente con el cual observar la realidad, desafiando a cada momento nuestras propias categorías de pensamiento. Cubrir y comunicar noticias con enfoque de género, difundiendo la igualdad de en materia de derechos y oportunidades  – y que esto no dependa del sexo con el que cada unx nace- develando los entramados de poder e inequidades culturales y sexuales, debe ser la misión de un nuevo periodismo, comprometido con los derechos y las problemáticas de la sociedad en la que vive y en la que desea vivir. De lo contrario la noticia es sesgada, incompleta, tendenciosa y reproductora de discursos que solidifican ideas machistas y sobre todo peligrosas para seguir avanzando en la conquista de derechos. 

Soberanía pedida a gritos

En el Distrito Federal de México el aborto es legal (no así en el resto del país). El 83% de las mujeres que optaron por el aborto legal tienen  entre 18 y 34 años de edad.  El 52% son solteras, el 46% están en algún tipo de unión. El 72.4% se decían católicas.

Hasta mayo del 2013 cerca de 100 mil mujeres han podido interrumpir el embarazo en las instalaciones de la Secretaria de Salud del DF que brinda los servicios gratuitos con calidad.

Muestra "Derecho a Decidir. Aborto legal en la Ciudad de México: un modelo para la región" C.C. Borges (Capital Federal)

Muestra «Derecho a Decidir. Aborto legal en la Ciudad de México: un modelo para la región» C.C. Borges (Capital Federal)

Se ha registrado solo un 1% de reincidencia, la más baja a nivel mundial.

Las mujeres dejaron de morir por querer decidir sobre sus cuerpos, ser pobres y recurrir a los peores métodos tortuosos para lograrlo (agujas, alambres, golpes, medicamentos peligrosos, hierbas, etc.)

Elementos utilizados tradicionalmente para abortar

Elementos utilizados tradicionalmente para abortar

El cuerpo de la mujer, en la argentina, sigue siendo el campo de batalla de una cultura que aún no nos permite gozar de derechos y soberanía sobre nuestro propio cuerpo. Porque las mujeres abortamos, siempre lo hemos hecho y lo seguiremos haciendo, mientras no hayan políticas de salud pública que brinden educación sexual adecuada para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir.

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Palabras menos

Cuando Hilda Chiche Duhalde, mujer relacionada con la política en el pasado reciente como candidata, diputada y senadora, plantea la duda sobre “si las mujeres están listas para hacer política” me pregunto, cuánto camino nos falta por recorrer como sociedad en temáticas de género, y qué difícil es corrernos de este tipo de pensamientos prejuiciosos, estereotipados y misóginos. Manifestar públicamente que “tiene que entrar en el debate nacional si la mujer está preparada para ejercer la política per se, con sus características, con sus condiciones y convicciones (…) la política es más cosa hombres”, solo reafirma discursos  machistas, la falta de perspectivas de género y escasés de visión histórica de la situación de las mujeres en materia de derechos y oportunidades, tanto por parte Hilda Duhalde, como por una buena parte de la sociedad.

Relegada, postergada e imposibilitada de tomar decisiones, poseer cargos y gestionar en los ámbitos públicos, la mujer, a lo largo de la historia ha tenido que luchar incansablemente y contra todo prejuicio social al respecto.

Hoy como sociedad gozamos de logros – en muchos casos naturalizados- como el voto femenino, la ley de cupo, los niveles en aumento de mujeres que participan de la política – militando o en cargos públicos-, gestión de políticas públicas con mirada de género, leyes específicas destinadas a la mujer en los diferentes ámbitos de acción, etc.  Hay muchos ejes sobre los cuales retrabajar y seguir mejorando, sin dudas. Pero el crecimiento y  recorrido de las mujeres en los ámbitos públicos y de gestión no puede, a esta altura, ponerse en dudas, obstaculizarse o minimizarse.

Intendenta, con a.

En la ciudad de Rosario, el martes 6 de agosto explotó un edificio de nueve pisos por una fuga de gas. Fue noticia nacional y la peor tragedia en la historia de la ciudad, murieron 21 personas y más de 200 perdieron su hogar y sus pertenencias. La onda expansiva de la tristeza y preocupación nos llegó a todxs- de forma directa o indirecta -, el ánimo de lxs rosarinxs y la propia ciudad, cambió. Provocó una herida profunda e imborrable en muchos sentidos.

Aunque a los medios porteños les costara trabajo decirlo, en Rosario hay una Intendenta, que hasta el área de protocolo municipal la nombra con “a” y no con “e”. El trabajo del Estado local, en todos sus niveles fue eficiente y controlado. Cuerpos de bomberos y bomberas, trabajadorxs sociales, psicólogxs, medicxs, enfermerxs, vecinxs solidarixs, salieron a dar todo cuanto pudieron. Se están otorgando subsidios de 20 mil pesos a los damnificados, prestamos, lugares dónde restablecerse provisoriamente, reposición de documentación personal de forma gratuita y asistencia en todo lo necesario. La Intendenta de la ciudad, Mónica Fein, realizó un trabajo de coordinación entre todas las áreas municipales para prestar colaboración y estuvo presente muchas horas en el lugar de la tragedia. En su rostro se podía ver la desazón y la tristeza que todxs teníamos por igual, pero esto no imposibilitó en ninguna medida decidir, ocuparse y gestionar con responsabilidad su tarea como jefa municipal.

La Presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, – quien según Chiche “se maneja más por su lóbulo emocional que el racional”- también estuvo presente. Llegó casi sin aviso y pocos medios sabían de su llegada. La Nación envió recursos materiales y humanos y, como primera mandataria, Cristina también manifestó su sensibilidad y preocupación por los hechos.fein-cristina

Dos mujeres, políticas, jefas, de espacios ideológicos distintos, seguramente- y como muchas otras mujeres- no ingresan en el estereotipo de funcionaria que maneja Chiche Duhalde y no necesitan de códigos masculinos para ejecutar acciones. Ellas sí están preparadas para hacer política y conducir desde su género, que representa una nueva forma de ejercer el poder, también en la tragedia.

Reforzar la perspectiva de género en las políticas públicas y en los proyectos parlamentarios es quizás el desafío por delante tanto de éstas como de las próximas mujeres y hombres que estén en lugares de decisión.

Ser mujer no implica tener perspectiva de género y Chiche evidentemente es un ejemplo de eso.