Campaña #NiUnaMenos. De Twitter a la calle

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*Nota publicada en Revista NAN, el 2 de junio de 2015

Desde hace un par de semanas se viralizó en las redes sociales y medios de comunicación una consigna acompañada de una cita. Mañana a las 17 en gran parte del país se van a tomar las calles y plazas para manifestar que ya no queremos más mujeres asesinadas, víctimas de femicidio. La adhesión es masiva: artistas, dibujantes, polític@s, el mundillo farandulero y mucha gente más sin fama ni reconocimiento masivo se sigue sumando a la campaña. ¿Pero está claro para qué salimos a las calles y qué queremos decir con #NiUnaMenos? ¿O much@s se suman a una moda sin sentido por el solo hecho de “figurar” y no quedarse afuera de la ola mediática que suma RT?

Chiara Páez tenía 14 años, un embarazo en curso y vivía en Rufino, provincia de Santa Fe. El pasado 11 de mayo fue encontrada muerta, golpeada y enterrada en el patio de la vivienda de su novio de 16, quien es el principal sospechoso del crimen junto con sus padres. Esta muerte fue la que desató la conmoción social y dio origen a la campaña que el miércoles nos encontrará en las calles. Chiara, lamentablemente, es una más de las cientos de mujeres que mueren en la Argentina víctimas de femicidios. Cada treinta horas, una muerte.

A pesar de la moda en las redes, el reclamo no es nuevo. Los movimientos de mujeres de todo el país hace años están saliendo a las calles, golpeando puertas, gestando campañas de concientización en espacios de formación, gritando sin descanso, y mayormente sin respuestas, por justicia hacia las mujeres que fueron y son víctimas de violencias y por la aplicación correcta de una ley que quedó plasmada sólo en papeles y no está funcionando como necesitamos. Nadie nos está protegiendo, y los movimientos feministas una vez más están poniéndole voz y contenido al reclamo mediatizado.

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ALGUNAS CIFRAS ESCLARECEDORAS

La ley 26485, de Protección Integral para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres, sancionada en 2009, es ejemplar, pero aún no es aplicada y ejecutada en todo el país de forma correcta. A pesar de ella, a las mujeres nos siguen matando. Los datos que se manejan a nivel nacional son proporcionados por el Observatorio Adriana Marisel Zambrano, coordinado por la Asociación Civil La Casa del Encuentro. Esta ONG es la fuente principal de datos estadísticos y se basa sólo en los casos que salen a la luz por los medios de comunicación. Seguramente habrá muchos más no mediatizados y por lo tanto no contabilizados.

De acuerdo a esa fuente, durante 2014 fueron 277 las mujeres en la Argentina víctimas de una violencia física que llegó a la muerte. Por su parte, el Estado aún no cuenta con cifras oficiales sobre cuántas son las mujeres que mueren por femicidios, mientras el presupuesto que se le asigna al Concejo Nacional de las Mujeres —órgano de aplicación de la ley— representa solo el 0,004 por ciento del presupuesto nacional. Sin estadísticas, ni presupuestos, ni personal capacitado para tomar denuncias, asesorar y llevar adelante las causas, no es posible ejecutar correctamente las políticas públicas expresadas en la norma.

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¿QUÉ SALDREMOS A PEDIR EL 3 DE JUNIO?

Oportunistas de turno siempre están a la orden del día y aprovechan para sacarse la foto con el cartel de la campaña. Vemos mucho “compartir” y “retuitear” de la farándula, mientras alguna conductora ya mayor pregunta a su invitada “¿y vos qué hacías para que te pegara?”. Otro conductor exitoso adhiere, mientras conduce uno de los programas de televisión argentinos de mayor violencia simbólica, contemplada en la ley. También los candidatos políticos se suman al #NiUnaMenos, pero acuden sonrientes en calidad de invitados a esos programas como parte de la campaña electoral y creen que son meros espectadores del flagelo que sufren las mujeres y no protagonistas responsables del cambio como funcionarios públicos. ¿Será que subestiman demasiado a su público y/o electorado?

De algo sí parece no haber dudas y por eso el miércoles habrá un pedido en las calles. Nos veremos las caras, superando las instancias de redes y pequeñas pantallas, para mirarnos, intentar reconocernos y coincidir en que ya no queremos ni una mujer más víctima de violencias. Que necesitamos que se declare la “emergencia nacional” por violencia de género, para que se gestionen políticas públicas especiales y se aplique como corresponde la ley existente.

Porque las mujeres y niñas no mueren por arte de magia o por “nuevos malos hombres” que matan por celos, amor, “emoción violenta” o “crimen pasional”. Estos conceptos son antiguos, engañosos e inciertos. No nos confundamos, nadie mata con el amor como motor. Los hombres matan porque hay una estructura social, cultural y educativa intrínsecamente patriarcal y machista —que nos atraviesa a todos y todas— que históricamente ha puesto a las mujeres en desigualdad de condiciones, derechos y oportunidades en relación al hombre y que les ha enseñado a ellos, desde la cuna, que su rol social es la dominación, los lugares de poder, decisión y fuerza, considerándose dueños de nuestros cuerpos y con capacidad de decidir también sobre nuestras vidas.

Un femicidio es la expresión última y más terrible de una serie de otras violencias que una mujer sufre a lo largo de su vida, que se naturalizan e invisibilizan también desde que somos pequeñas. Es la muerte de una mujer a manos de un hombre que forma parte de su círculo cercano y que se cree con la potestad de ser dueño de ese cuerpo por el solo hecho de ser mujer. No es que antes no existieran estos delitos, sino que estaban mal caratulados, por la justicia y por el propio periodismo, que sigue en parte sin entender que revictimizar y exponer a las victimas dudando siempre de su accionar, sin hacer foco en el femicida y las causas sociales y estructurales de tales muertes, no es el camino correcto. En este sentido, desde la Red Internacional de Periodistas con Visión de Género trabajamos por un periodismo no sexista, democratizando contenidos de buenas prácticas, formando a futuros periodistas y a la comunidad en general en la importancia de nuestro rol como formadores/as de opinión.

Tuitiemos y compartamos el #NiUnaMenos sin parar. Por Chiara y las 1808 mujeres que fueron asesinadas por femicidas entre 2008 y 2014. Pero no dejemos de faltar el 3 de junio a la cita, en la localidad que sea. Porque en la calle se visibilizan las injusticias y las luchas. Y esta lucha lleva años inconclusa y por primera vez parece ser de todas y todos. Necesitamos concientización social y, sobre todo, políticas públicas para dejar de pensar cuántas más mujeres o niñas deben morir para que esto cambie.

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